ActionBioscience.org:
¿Cómo se define una
especie biológica?
Wilson:
El concepto de
especie biológica es un
concepto clásico. Se
aplica, sin embargo, a
especies que se
reproducen sexualmente y
se define de la
siguiente manera: una
especie es una población
o serie de poblaciones
de individuos que se
cruzan libremente unos
con los otros. En otras
palabras, una especie es
un elemento genético más
o menos aislado,
evolucionando por si
mismo.
ActionBioscience.org:
Este concepto implica un
pool genético aislado.
¿Es esto universal?
Wilson:
No es universal.
Puede ser aplicado a la
gran mayoría de los
animales y a una gran
parte de las plantas que
producen flores. Puede
ser aplicable a muchos
tipos de microorganismos.
Pero hay muchos otros
organismos,
especialmente plantas y
microorganismos, a los
cuales no se les puede
aplicar este concepto, o
en el mejor de los casos,
se les aplica con
dificultad. Obviamente,
no se puede aplicar si
no hay reproducción
sexual.
En el caso de las especies
asexuales, es posible
clasificarlas
arbitrariamente basandose
en diferencias genéticas.
Por ejemplo, un estándar
aplicado a bacterias es
cuando dos cepas de
ellas difieren tanto
como un 30% en su ADN;
en este caso se les
puede tratar como dos
especies diferentes. Por
supuesto, esto es
arbitrario, pero
funciona razonablemente
bien.
ActionBioscience.org:
¿Se puede definir una
subespecie tan
claramente como una
especie?
Wilson:
No en el mismo grado.
En teoría, una
subespecie es una raza
geográfica. Una especie
puede dividirse en razas
geográficas que difieren
consistentemente unas de
las otras en un juego de
caracteres diagnósticos,
como por ejemplo color,
longitud de las alas,
o hábitos reproductivos.
En general, las
subespecies tienen
muchas dificultades que
las convierten en una categoría
mucho más arbitraria que
la de especie.
Una de las dificultades
es que los caracteres
tienden a variar
independientemente los unos de
los otros.
Tome como ejemplo una
especie de mariposa de
Europa Oriental. Usted
podría descubrir que las
poblaciones agrandan en dirección
norte a sur, pero son de
color más oscuro si uno
va de este a oeste. Un
estudio más detallado
podría indicar que
tienen más manchas en
las alas si uno va de
sudeste a sudoeste. ¿Qué
hace uno con esto? ¿Selecciona
uno o dos caracteres y
define la subespecie de
esta manera? ¿O trata de
combinar muchos
caracteres y, si lo hace,
corre el riesgo de
obtener un enredo de
subespecies?
La discordancia de
caracteres es
probablemente el aspecto
más difícil en la
aplicación del concepto
de subespecie. Sin
embargo, las subespecies
aún son utilizadas y
tienen cierta validez,
especialmente en el caso
de razas en islas.
ActionBioscience.org:
¿Y qué de las especies
cronológicas o
ancestrales?
Wilson:
Una cronoespecie es
simplemente una
necesidad de la ciencia
ya que no podemos
distinguir entre
poblaciones que viven
hoy en día y poblaciones
que las anteceden. Ellas vivieron
hace tanto tiempo que ya
son muy diferentes. Por
ejemplo, nosotros
pertenecemos a la
especie Homo sapiens --
y sabemos con bastante
certeza que descendimos
directamente de otra
especie, Homo erectus --
y que sería muy confuso,
de alguna manera
intuitivamente
incorrecto, el tratar de
ponerlas juntas. Aun
cuando Homo erectus evolucionó a través de
etapas hasta llegar a
ser Homo sapiens, obviamente no podemos
aplicar el concepto de
especie biológica a esto.
Sin embargo, queremos
hacer una distinción
entre ellas, aún cuando
sea arbitraria.
ActionBioscience.org:
¿Cuales son los orígenes
de la biodiversidad?
Wilson:
En primer lugar, es el ciclo
aparente que siguen las especies al
popular una nueva área y
diversificarse. Cuando
se forma una isla o un
archipiélago, por
ejemplo, o cuando la
biodiversidad original
de un área desaparece por una glaciación u
otro evento físico
mayor, ocurre una
inundación de especies
inmigrantes. Ellas
interactúan y forman una
comunidad que llamamos
un ecosistema. Si la
nueva área no se
perturba, entonces
típicamente ocurre un
episodio de evolución
rápida -- una adaptación
de nuevas especies al
ambiente. Si existe
suficiente espacio y partes
geográficamente aisladas
en esa área para
sostener poblaciones que
tienen poco contacto una
con la otra, entonces
también tenemos
formación rápida de
especies.
Un ejemplo típico sería
Hawaii. La evidencia
muestra que el
archipiélago se llenó
con un número pequeño de
especies y que ellas
evolucionaron y se
diversificaron en muchas
especies en un período
de tiempo relativamente
corto, con lo cual
quiero decir, cientos o
miles de años. Esto es
un tiempo corto
comparado a la evolución
que se ve en otras
partes del mundo.
La diversificación
finalmente alcanza
niveles donde la flora y
la fauna se estabilizan,
ocurriendo la
coadaptación. Esto
quiere decir que una
especie es dependiente
de otra, como por
ejemplo una especie
especializada en comerse
a otra. En este punto,
la especiación
desacelera. Es similar
al crecimiento de un
organismo -- rápido al
principio con un
ensamblaje de partes que
interactúan y finalmente
un nivel de madurez que
puede ser sostenido por
un período de tiempo
largo.
El otro grupo de
principios de la
biodiversidad tiene que
ver con las cantidades, o
con lo que
determina las cantidades
finales.
Sabemos, por ejemplo,
que los bosques húmedos
tropicales tienen muchas
más especies por unidad
de área que la tundra o
los bosques coníferos
del hemisferio norte. El
número de especies en un
área definida, i.e., en
una milla cuadrada o en
cien millas cuadradas,
aumenta a
medida que uno se
aproxima al ecuador. El
número también aumenta
si uno va de islas
pequeñas a islas grandes,
como en el Caribe.
ActionBioscience.org:
¿Qué determina este
aumento de las especies?
Wilson:
Parece que hay tres
factores, a los cuales
me gusta referirme como
ESA. E es por energía,
S por estabilidad
(stability en inglés) y
A por área.
Mientras más energía se
encuentra disponible
para la comunidad de
especies que evoluciona,
mayor número de especies
habrá. Esto se maximiza
a medida que uno se
mueve hacia el ecuador.
Mientras más estable sea una
región, como en una
región de clima
constante, se más especies porque tienen
más tiempo de adaptarse
y encajar juntas.
Mientras más grande el
área es, más grande y
diversa es la población. Por
ejemplo, Sudamérica
tiene más especies que
las Indias Occidentales.
El trabajo en equipo de
estas tres fuerzas
dirigentes parece ser
responsable de la gran
cantidad de variación de
especies en el mundo.
ActionBioscience.org:
¿Cuál es la forma más
prevalente de
especiación?
Wilson:
Si la especiación
simpátrica ocurre tanto
entre
insectos -- el grupo de
organismos más diverso
del planeta -- tal y
como lo sugieren
nuestros estudios,
podría entonces ser la
forma más prevalente de
especiación. La
especiación simpátrica
es un fenómeno más
difícil de estudiar que
el de la especiación
alopátrica, la cual es
más fácil y más clara de
observar. Sin embargo
puede ser muy prevalente,
pero no lo sabemos.
Simpátrica se refiere a
organismos similares en
proximidad cercana pero
que no se entrecruzan
porque tienen
diferencias en
comportamiento, a pesar
de que en teoría se
podrían cruzar.
Alopátrica se refiere a
organismos similares que
no se entrecruzan, a
pesar de que en teoría
podrían, porque están
geográficamente
separados.
ActionBioscience.org:
¿Cuán rápido pueden
estos y otros mecanismos
producir especies nuevas?
Wilson:
Instantáneamente.
Bueno, en unas pocas
generaciones. Primero
que todo, en plantas
existe un mecanismo --
llamado poliploidía --
que, en un solo paso,
puede crear una cepa que
no se puede cruzar con
el grupo original del
cual vino. De hecho,
esto se llama
especiación instantánea.
La especiación
simpátrica puede suceder
a veces en unos pocos
pasos y producir
especies nuevas en
períodos cortos. Por
ejemplo, en ciertos
tipos de moscas de la
fruta una cepa puede
preferir aparearse en un
tipo diferente de
plantas, y esto puede
ocurrir en varias
mutaciones. Otra cepa
puede llegar a
reproducirse en una
estación diferente y
esto puede pasar a causa
de varias mutaciones. O
puede haber
incompatibilidad entre
dos cepas que difieren
en uno o unos pocos
genes. Esto puede
ocurrir por mutación o
recombinación de genes
existentes en un período
corto de tiempo.
Entonces, en teoría es
posible crear nuevas
especies en un período
de varios años, y es
probable que la
formación de algunas
especies ocurre así de
rápido, pero es difícil
de observar. No estamos
seguros de cuan
ampliamente distribuida
es la especiación rápida.
ActionBioscience.org:
En 1966 usted y el Dr.
Daniel Simberloff
llevaron a cabo un
experimento para
determinar el Tamaño
Mínimo Crítico de los
Ecosistemas (MCS en
inglés). ¿Qué
descubrieron?
Wilson:
Estábamos tratando
de determinar cuán
rápido las
especies invaden una isla vacía
y si ellas estarían
afectadas por el área o
la distancia. Lo que
hicimos fue miniaturizar
el sistema de los Cayos
de la Florida,
seleccionando isletas de
mangles y removiendo
todos los organismos
menos los árboles.
Observamos entonces el
retorno de los insectos.
Demostramos que:
-
Las criaturas
pequeñas, incluyendo
insectos y arañas,
regresaron muy
rápidamente.
-
La isla se llenó de
especies hasta que
alcanzó aproximadamente
el mismo número de
especies que tenía
antes.
-
Entre más lejana para
las especies inmigrantes,
mayor tiempo tomó para
que se llegara a un
equilibrio en el área.
-
A pesar de que el
número de especies
regresó a su nivel
original, la composición
de la comunidad resultó
diferente a la original.
Esto es consistente con
nuestra concepción
teórica del vuelco de
especies, esto es,
extinción seguida por colonización (y a largo
plazo, especiación).
ActionBioscience.org:
¿Existe un límite por
debajo del cual las poblaciones
se encuentran en peligro
inminente de extinción?
Wilson:
Sí. El tamaño de una
población es crítico
para su supervivencia.
Hablando en general,
cuando las poblaciones
bajan a menos de 100
individuos, ocurre una
depresión por
entrecruzamiento.
Y, si existen genes
deletéreos o letales en
la población, por
ejemplo,
fibrosis cística en los
humanos, entonces uno
observa una mayor
incidencia de estas
expresiones genéticas,
lo cual puede llevar a
la muerte o la
esterilidad. En
poblaciones grandes, lo
más probable es que los
genes letales ocurran
con menos frecuencia.
Los biólogos
conservacionistas
proponen la regla 50-500
para expresar la salud
genética de una
población. Tal y como lo
expliqué en 1992 en mi
libro La Diversidad de
la Vida: "una población
de 50 o más individuos
es adecuada solamente a corto
plazo, y una
de 500 es necesaria para
mantener a la especie viva y
saludable
en el futuro lejano.
ActionBioscience.org:
Si la especiación puede
ocurrir rápidamente, ¿Por
qué debemos preocuparnos
por la extinción de
especies?
Wilson:
En teoría puede
ocurrir rápidamente,
pero el resultado es una
reducción en la
diferencia entre las
especies. Por ejemplo, si dos
especies de peces
difieren solamente en
unos pocos genes entre
las decenas de miles que
tienen, lo más probable
es que difieran muy poco
entre ellos. Compare
esto a dos especies que
divergieron hace un
millón de años y que han
estado evolucionando
genéticamente en muchos
genes y rasgos. Si estas
especies desaparecen,
perderíamos muchísimo
más que al perder dos
especies que difieren
solo un poquito.
En cualquier caso,
ya sea que las especies sean
marcadamente diferentes
o un poquito diferentes,
ellas están actualmente
desapareciendo a una
tasa alrededor de mil
veces más rápida que la
de la aparición de
especies, esto como
consecuencia de las
actividades humanas. A
este paso, en el
transcurso de una vida
humana, podemos
fácilmente eliminar la
mitad de las especies
del mundo. Muchas de
estas especies se han
desarrollado a lo largo
de miles o millones de
años. Las especies
claramente demarcadas
que pueden ser
rastreadas en el
registro fósil, antes de
que se
originara la humanidad, aparecieron
aproximadamente a una
tasa de una especie por cada
millón de años.
Cualquier proceso rápido
de especiación que les
permitiera comenzar de
nuevo no podría En
cualquier caso, aunque
las especies sean
marcadamente diferentes
o un poquito diferentes,
ellas estás actualmente
desapareciendo a una
tasa alrededor de mil
veces más rápida que la
de aparición, esto como
consecuencia de las
actividades humanas. A
esta tasa, en el
transcurso de una vida
humana, podemos
fácilmente eliminar la
mitad de las especies
del mundo. Muchas de
éstas se han
desarrollado a lo largo
de miles o millones de
años. Las especies
claramente demarcadas
que pueden ser
rastreadas en el
registro fósil, antes de
que la humanidad se
originara, aparecieron
aproximadamente a una
tasa de una especie cada
millón de años.
Cualquier proceso rápido
de especiación que les
permita comenzar de
nuevo no podría.
ActionBioscience.org:
¿Dónde debemos
concentrar nuestros
esfuerzos de
conservación ya que la
extinción está
ocurriendo a nivel
global?
Wilson:
En los sitios clave
(hot spots), tales como
los bosques tropicales.
Los sitios clave son los
hábitats que están más
en peligro y que tienen
el número más alto de
especies que se
encuentran
exclusivamente en ellos.
Estos incluyen los
bosques de Hawaii y de
Madagascar y las áreas
semiáridas (de breñales
o matorrales) del
sudoeste de Australia y
el sur de Africa. Las
áreas silvestres
tropicales, tales como el
Amazonas y el Congo,
poseen los últimos
vestigios de los grandes
bosques fronterizos
capaces de mantener una
megafauna, es decir,
mamíferos y aves grandes.
La preservación de estos
sitios es crítica.
Otra área es la de los
sistemas de agua dulce
del mundo, los cuales
son generalmente
descuidados. Ellos
merecen una atención
especial porque se
encuentran bajo el mayor
abuso en todas
partes, como por ejemplo,
la contaminación y
el drenaje. Estos
sistemas poseen la
concentración más alta
de especies en peligro
de extinción por unidad
de área en todo el mundo
Su equivalente en el
océanos son los
arrecifes de coral, de
los cuales un gran
porcentaje está siendo
destruido o degradado
actualmente. Ellos también
poseen un alto
porcentaje de especies en
peligro por unidad de
área.
ActionBioscience.org:
En su nuevo libro El
Futuro de la Vida usted
cuestiona el mito de que
las políticas
ambientales son hostiles
al crecimiento económico.
¿Podría elaborar?
Wilson:
Los recursos
vivos del mundo --
los ecosistemas y sus
especies -- aún no se
han explorado, y mucho
menos estudiado, para
aprender los beneficios
que pueden tener para
los humanos, como por
ejemplo, nuevos fármacos
o la purificación del
agua. Algunos ecólogos y
economistas han estimado
que el valor total de
estos ecosistemas
naturales, esto es, el
total de los servicios
que proveen a la
humanidad, se encuentra
alrededor de los 30
trillones de dólares al
año. Esto es más que el
producto bruto nacional
de todas las naciones
del mundo juntas. ¡Y es
gratis!
Salvarlos y utilizarlos
en forma
más completa de una
manera no intrusiva es
económicamente valioso
para nosotros.
Destruirlos es forzar a
la humanidad a vivir en
un mundo artificial en
el cual estaríamos
obligados a manejar a
diario
nuestros sistemas de
agua, nuestro suministro
de alimentos, y nuestra
atmósfera a través de
mecanismos prostésicos,
en vez de depender de
organismos poderosos que
hagan este trabajo por
nosotros. ¿Será posible
que queramos convertir a la
Tierra literalmente en
una nave espacial que
requiera manipuleo
constante?
Nota del Editor de
Actionbioscience
(11/02):
El primer Atlas
Mundial de Biodiversidad:
Los Recursos Vivientes
del la Tierra para el
Siglo 21 fue publicado
por el Programa del
Ambiente de las Naciones
Unidas, Centro de
Monitoreo de la
Conservación (UNEP-WCMC)
en Agosto de 2002
(University of
California Press). Sus
autores estiman que:
-
durante los últimos
150 años, los humanos
han impactado
directamente y alterado
casi un 47% del área
terrestre global
-
bajo un escenario
particularmente yermo,
la biodiversidad se verá
amenazada en un 72% del
área del planeta para
el año 2032
-
el 48% del Sudeste
asiático, la Cuenca del
Congo, y partes del
Amazonas será
probablemente convertido
a usos agrícolas,
plantaciones y áreas
urbanas -- comparado al
22% actual, sugiriendo
una alta pérdida de
biodiversidad
-
comenzando a partir de unos
45,000 años atrás, una alta
proporción de los
animales terrestres
grandes se extinguieron
en Norteamérica,
Australia, el Caribe, y
en otras partes,
coincidiendo con la
llegada de los humanos
© 2002, American
Institute of Biological
Sciences. Los educadores tienen
permiso de reimprimir
artículos para su uso en
las clases; otros
usuarios por favor
comunicarse con
el
editor
para solicitar
permisos de reimpresión.
Por favor ver
políticas de reimpresión.
Sobre el autor: E.O. Wilson, Ph.D., es
Curador Honorario de
Entomología en el Museo
de Zoología Comparativa
de la Universidad de
Harvard, así como
Profesor Emeritus de
Investigación de la
Universidad Pellegrino.
El Dr. Wilson,
considerado
internacionalmente como
el decano de la
biodiversidad, ha
recibido de numerosos
honores, incluyendo la
Medalla de Oro del Fondo
Mundial de la Naturaleza
(1990) por su trabajo en
el área de la conservación. Él
es parte de la Junta de
Directores de The Nature
Conservancy y del
American Museum of
Natural History. Dos de
sus libros han recibido
el Premio Pulitzer; su
libro más reciente se
titula El Futuro de la
Vida (2002). El Dr.
Wilson continúa dando
charlas y a través del mundo.
http://www.mcz.harvard.edu/Departments/Entomology/personnel.cfm |