En el año 2004, el
término “bebés de diseño”
o “bebés diseñados” hizo
la transición de las
películas de ciencia
ficción y de los weblogs
hacia el Diccionario
Oxford de Inglés, en el
cual se definió como “un
bebé cuyo complemento
genético ha sido
artificialmente
seleccionado a través de
la ingeniería genética
en combinación con la
fertilización in vitro
para asegurar la
presencia o la ausencia
de genes o
características
particulares.”1 Esta
definición fue
precipitada por los
recientes avances en la
genética que hacen que
este tipo de bebés sea
posible. Debemos hacer
una pausa y preguntarnos
cuales límites morales o
éticos, si alguno, deben
aplicarse a la selección
de los genes o de las
características de
nuestros niños. Antes de
poder responder a esto
debemos considerar y
responder a otras
preguntas:
-
¿Cómo serán hechos los bebés de diseño?
-
¿Existe una diferencia moral o ética entre el uso de las tecnologías genéticas para la prevención de enfermedades y su uso para el mejoramiento de las capacidades humanas?
-
¿Deberíamos estar esforzándonos en proteger a nuestra humanidad de las mejoras genéticas?
-
¿Qué efectos tendrán las modificaciones genéticas en la sociedad?
Los bebés de diseño:
Hoy no, pero quizás
mañana
Existen dos tipos de
preguntas morales o
éticas que uno puede
hacerse sobre los bebés
de diseño. La primera
trata sobre las
tecnologías específicas
que se pueden usar para
modificar o seleccionar
el complemento genético
de un bebé. La segunda
pregunta se aparta de
los detalles
tecnológicos para
enfocarse en la idea
misma de un bebé de
diseño.2
-
¿Son las tecnologías de
la modificación genética
lo suficientemente
seguras como para ser
usadas en seres humanos?
-
¿Y aún si las
tecnologías son seguras,
pueden ser defendidas
moralmente?
La definición del
Diccionario Oxford de
Inglés describe la forma
en que se pueden hacer
bebés de diseño que, a
la vez, es la forma
conceptual más directa y
que eleva las
preocupaciones mayores
sobre la seguridad. Una
forma de hacer bebés de
diseño comienza con un
embrión creado por medio
de la Fertilización in
Vitro (FIV). Los
ingenieros genéticos
modifican el ADN del
embrión y luego lo
introducen a la matriz.
Hoy en día, los
granjeros en muchas
partes del mundo plantan
cultivos con genomas
alterados para hacerlos
resistentes a plagas o a
herbicidas.3 Los descubrimientos
recientes sobre la
influencia de los genes
en características
humanas tales como la
susceptibilidad a las
enfermedades, la timidez
y las habilidades
atléticas, han abierto
la posibilidad de
transferir estas
técnicas a los seres
humanos. Un experimento
hecho en ratones en la
Universidad de Princeton
sugiere una forma en que
esto puede hacerse.
Los genetistas
introdujeron al genoma
de ratones una copia
adicional de un gen, el
NR2B, que codifica para
un tipo de receptor de
glutamato y que se sabe
que juega un papel en el
desarrollo del cerebro.4
El ratón resultante,
llamado “doogie” (en
honor al genio
adolescente que fue el
personaje principal de
la serie de televisión
de los años 90 llamada
“Doogie Howser, Doctor
en Medicina”) pareció
aprender más rápido y
retener la información
por más tiempo que los
otros ratones. El gen
NR2B existe también en
los humanos, generando
la especulación de poder
llevar a cabo este mismo
truco en un ser humano.
Antes de que esto se
haga debemos examinar a
las preocupaciones
importantes sobre la
seguridad.
-
Las técnicas actuales de
modificación genética
introducen a genes en
lugares al azar dentro
del genoma. Debemos
estar preocupados sobre
la posibilidad de que
una copia del gen NR2B
pueda ser insertada en
el genoma meta en tal
forma de que pueda
perturbar la función de
otro gen crucial para la
supervivencia.
-
Muchos genes tienen más
de un solo efecto. El
efecto que queremos
puede estar acompañado
de otros efectos que
podríamos descubrir solo
más tarde. Existe
evidencia de estos
efectos en los ratones
doogie, los cuales no
solo parecen tener
poderes de aprendizaje y
memoria superiores, sino
también una mayor
sensibilidad al dolor,
los cual es una mejora
de dudoso atractivo.5
-
Muchas de las
características que
puede que queramos
seleccionar están
influenciadas por genes
múltiples. Un gen afecta
a la inteligencia solo
en combinación con otros
genes. Es poco probable
que encontremos a genes
simples cuya
modificación nos pueda
producir, por ejemplo,
un aumento de 20 puntos
en el Cociente
Intelectual.6
Debemos expandir la
definición del
diccionario de manera
tal que se consideren
otras formas de
seleccionar a las
características de
nuestros niños. Estas
formas de hacer a bebés
de diseño pueden evitar
algunos de los riesgos
inherentes en la
modificación genética de
los embriones humanos y
a la vez introducir
otros riesgos. Una
tecnología es el
Diagnóstico Genético
Preimplantación (DGP),
la cual está siendo
usada hoy en día por
algunas personas que
tienen el riesgo de
pasar a sus hijos
problemas genéticos
serios.
-
La gente que usa el
diagnóstico genético
preimplantación con el
fin de evitar pasar a su
progenie una enfermedad
posee una colección de
embriones creados para
ellos por medio de la
FIV.
-
Estos embriones son
crecidos hasta el
estadio de 8 células,
punto en el cual se
remueven una o dos
células para chequear
las variantes genéticas
asociadas a la
enfermedad en
particular.
-
Solo los embriones que
no poseen estas
variantes son
introducidos a la matriz.
El DPG es un
procedimiento costoso
que solo se le ofrece a
parejas con riesgo de
tener hijos que pueden
sufrir de una enfermedad
genética seria. Sin
embargo, no hay nada
inherente a la
tecnología que la limite
a este uso exclusivo.
Por ejemplo, Dean Hamer
presenta evidencia que
el gen para un
transportador vesicular
de monoamina, o VMAT2,
influencia a una
característica
denominada auto-transcendencia,
es decir, la “capacidad
de alcanzar más allá de
uno mismo para ver a
todo como parte de una
gran totalidad.”7 Él
propone que una versión
diferente del VMAT2
lleva a varios grados
diferentes de auto-transcendencia
y, por lo tanto, a
diferentes propensidades
para creencias
religiosas o
espirituales.
La propuesta de Hamer es
controversial, pero
supongamos que es
correcta. Uno podría
usar al DPG para
seleccionar la versión
de VMAT2 para su niño.
Sin embargo, los
presbiterianos que
seleccionan a los niños
con la versión de VMAT2
de alta auto-trascendencia
deberían ser advertidos
que ellos podrían
terminar con un niño que
expresa esta
característica
psicológica seleccionada
por medio de la devoción
a la astrología.
El DPG no involucra a la
modificación genética de
embriones humanos y, por
ende, evita algunos de
los riesgos descritos
más arriba. Sin embargo,
no es completamente
libre de riesgos.
Algunos comentaristas
temen que la remoción de
una o dos células de un
embrión de ocho células
puede tener
implicaciones para el
bienestar de las
personas creadas por el
DPG. Los defensores del
DGP responden que las
células de un embrión de
8 células son
totipotentes, es decir,
que están sin
diferenciar e igualmente
capaces de formar a
todas las células del
cuerpo humano. Dado que
la tecnología solo ha
sido utilizada por menos
de una década, aún es
muy pronto para poder
decir con certeza quién
tiene la razón en esta
disputa.8
Otra biotecnología, la
clonación, puede
permitir la selección de
las características de
los niños.
-
La clonación por medio
de la transferencia
nuclear de célula
somática utiliza a una
célula somática o célula
del cuerpo de la persona
a ser clonada.
-
El núcleo de esta célula
es introducido en una
célula huevo cuyo núcleo
ha sido removido.
-
El resultante embrión
reconstruido es entonces
introducido a una matriz.
A pesar que algunas
personas pueden ver a la
clonación como una
respuesta desesperada a
la infertilidad, otros
la pueden ver como una
forma de seleccionar a
las características de
sus niños. Esta
selección puede ser
llevada a cabo a través
de la selección de la
persona a ser clonada.
Por ejemplo, uno podría
buscar lograr el
atractivo físico para el
niño o niña utilizando
células somáticas de
Angelina Jolie o de Brad
Pitt, los cuales deberán,
en el futuro, ser más
circunspectos sobre
donde dejan su saliva o
sus folículos pilosos.
Aquellos que buscan
clonar a bebés de diseño
deben ser cautelosos de
las representaciones
equívocas sobre el
determinismo genético de
la tecnología.9 El determinismo genético es
el punto de vista de que
las características
significativas de un
organismo resultan
principalmente de la
acción de sus genes, con
las influencias
ambientales jugando un
papel insignificante.
Este punto de vista,
ahora generalmente
reconocido como falso,
ha sido suplantado por
el punto de vista de que
los organismos emergen
de una compleja
interacción entre los
genes y el medio
ambiente. El clon de
Roger Federer (un
tenista famoso) estaría
sujeto a una colección
diferente de influencias
ambientales que las que
estuvo expuesto el
original, lo que quiere
decir que el clon
resultante podría
fácilmente no tener
ningún interés o aptitud
para el tenis. Los
posibles padres que
acepten que la clonación
viene sin ninguna
garantía pueden sentirse
más tranquilos con el
conocimiento que un clon
de Federer tendría una
mayor posibilidad de ser
un campeón de tenis que
un niño que ellos
producirían naturalmente.
Esta forma de hacer a un
bebé de diseño no será
atractiva a los posibles
padres que ponen un alto
valor a la conexión
genética con sus hijos.
La mujer que da a luz a
un clon de Roger Federer
no estaría más
genéticamente
relacionada al clon que
al original. Ella podría
establecer una conexión
genética bastante
limitada al contribuir
un huevo al cual se le
inserta el núcleo de la
célula somática de
Federer. Un huevo
enucleado retiene el ADN
de sus mitocondrias,
parte de la maquinaria
celular que reside fuera
del núcleo. Sin embargo,
esta conexión es
muchísimo más pequeña
que la conexión con el
donante del núcleo.
Aún si entendemos cómo
la transferencia nuclear
de las células somáticas
podría permitirnos hacer
bebés de diseño, aún no
estamos preparados para
crear niños por medio de
la clonación. Existen
preocupaciones mayores
sobre la salud de de los
clones. Los clones
animales sufren de una
variedad de problemas
que algunos científicos
conectan con la
reprogramación
incompleta del ADN
nuclear de las células
somáticas o con daños
infligido por el proceso
de la transferencia
nuclear. Los clones
humanos podrían también
sufrir por causa de
estos problemas.10
¿Prevención de
enfermedades o
mejoramiento de
atributos?
Salgamos ahora de la
discusión sobre riesgos
y enfoquémonos en las
razones para tener un
bebé de diseño. Podemos
identificar dos tipos
diferentes de
motivaciones:
-
El reemplazar la versión
de un gen asociado a una
enfermedad del corazón,
por ejemplo, tiene como
meta asegurar que la
función cardiaca de la
persona resultante no
caiga por debajo del
nivel considerado como
normal en los humanos.
Llamamos a esto
“terapia” porque
reconocemos que su meta
es la de prevenir un
estado de enfermedad.
-
Por otra parte, el
añadir una copia extra
del gen NR2B a un
embrión humano tiene
como meta muy diferente
el producir a alguien
quien, en algún área
específica, funciona más
allá de un nivel
considerado como normal
para los seres humanos,
lo cual califica a esto
como una “mejora.”11
Esto nos hace
preguntarnos: ¿Existe una
distinción moral entre
el tratamiento o
prevención de
enfermedades y el
mejoramiento de
características? Algunos
piensan que debemos
pasar juicios morales
diferentes sobre el
mejoramiento que los que
usamos para las terapias.
Ellos dicen que mientras
que la terapia es
justificable, el
mejoramiento no lo es.
El problema es que es
difícil hacer la
distinción entre terapia
y mejoramiento por
principios. Es difícil
encontrar definiciones
para enfermedad que
puedan servir como una
guía moral para las
tecnologías genéticas.
Los constructivistas
sociales consideran a
las enfermedades como
estados sobre los cuales
la sociedad toma una
actitud negativa. El
cáncer parece satisfacer
los requerimientos de
esta definición, pero
también podría hacerlo
la homosexualidad y la
práctica de una religión
diferente de la norma en
una sociedad. La
perspectiva objetivista
evita estas dificultades
al hacer la definición
de enfermedad
independiente de
nuestras actitudes. De
acuerdo con la versión
más ampliamente usada de
esta perspectiva, uno
sufre de una enfermedad
cuando una parte de uno
deja de llevar a cabo su
función biológica. Por
ejemplo, los depósitos
de colesterol en las
arterias constituyen o
conducen a una
enfermedad porque
impiden que el corazón
lleve a cabo su labor,
la cual es el bombear a
la sangre. El problema
con esta forma de
definir a la enfermedad
es que pueden a veces
sentar metas que son
irrelevantes al
florecimiento humano.
Supongamos que
descubriéramos que la
homosexualidad fuera una
consecuencia de un mal
funcionamiento de una
parte del cerebro
responsable de la
atracción sexual. ¿Debería
este hecho relativamente
rebuscado del
funcionamiento biológico
contar más que el hecho
de que muchas personas
homosexuales parecen
llevar a cabo vidas
excelentes?12
Una complicación moral
adicional emerge de los
diferentes acercamientos
al tratamiento de
enfermedades y de
aquellos que sufren de
ellas. La modificación
genética de un embrión
con el fin de remover a
un gen ligado a un
riesgo más alto que el
promedio de tener asma,
puede prevenir al asma,
pero no necesita
prevenir la existencia
de la persona que puede
sufrir de ella. Compara
esto con el uso de DPG
para evitar tener a un
hijo con un alto riesgo
de asma. Esto parece
prevenir a la enfermedad
por medio de la
prevención de la
existencia del
paciente.13
¿Se debe permitir que
los padres mejoren a sus
hijos?
Encontrar la diferencia
entre tratamiento y
mejoramiento no
necesariamente muestra
que el mejoramiento no
es permisible. Algunos
piensan que debemos
rechazar al mejoramiento
genético debido a su
conexión con los
programas de eugenesia
promovidos por los
Nazis. Los subalternos
científicos de Adolfo
Hitler buscaron dar
forma a la población de
Alemania por medio del
asesinato de aquellos
que ellos juzgaron
inferiores y de la
promoción de la
reproducción de aquellos
que ellos consideraron
como superiores. Los
defensores de lo que se
ha venido a llamar la
“eugenesia liberal” le
quitarían al estado la
responsabilidad del
mejoramiento humano y
pasarían esta
responsabilidad a los
individuos, los cuales
serían guiados por sus
propios y únicos valores
en la selección de las
ventajas genéticas.14
Los padres en las
democracias liberales ya
escogen a cuales
escuelas van a mandar a
sus hijos, como
alimentarlos, a quienes
consideran aceptables
como compañeros de juego,
si se les da instrucción
religiosa o no y, si se
les da, cual tipo. En
efecto, ellos manipulan
el ambiente de sus hijos
con el fin de
mejorarlos.14-16 El paralelo moral entre la
educación y el
mejoramiento genético
recibe apoyo del
entendimiento moderno de
las contribuciones que
tanto los genes como el
medio ambiente dan al
desarrollo humano. Como
vimos anteriormente, la
perspectiva genética
determinista del
desarrollo ha sido
reemplazada por la
perspectiva de que los
organismos emergen de
una interacción compleja
entre los genes y el
medio ambiente. La
comparación entre el
mejoramiento genético
con la educación sugiere
que todos nosotros
fuimos bebés de diseño.
Los futuros padres que
utilizan a la ingeniería
genética, al DGP o a la
clonación están
simplemente haciendo uso
de otras formas de
diseño.
¿Son los bebés de
diseño “posthumanos”?
Los oponentes al
argumento liberal para
el mejoramiento dicen
que existen diferencias
morales significativas
entre la educación y el
mejoramiento genético.
Francis Fukuyama piensa
que el mejoramiento
genético puede cambiar
tanto a nuestros
descendientes que ellos
podrían perder su
humanidad.17 De acuerdo
a Fukuyama, las
influencias ambientales
operan solamente dentro
de los límites puestos
por juegos de genes, es
decir, que aún programas
de educación ambicioso
dejan intacta a la
humanidad de los sujetos.
Un niño genéticamente
mejorado se ve más
adecuadamente definido
como un “posthumano.” El
precio de su
superinteligencia serán
las experiencias que dan
a las vidas humanas su
sentido.
Podríamos preguntarnos
si ya existen
posthumanos entre
nosotros. Albert
Einstein y Ray Charles
alcanzaron logros mucho
más allá de la norma en
sus áreas de desempeño.
Algunas de las
explicaciones para estos
logros pueden ser
trazadas a sus genomas.
¿Estaría un padre que
modifica al genoma de
sus hijos para que
contenga a algunas de
las ventajas genéticas
de Einstein o de Charles
tomando el primer paso
hacia la posthumanidad?
Si la respuesta a esta
pregunta es afirmativa,
¿debería considerarse a
Einstein y a Charles
como posthumanos
accidentales?
La respuesta más directa
a la preocupación de que
el mejoramiento genético
podría privar a nuestros
descendientes de su
humanidad viene de un
grupo de pensadores que
se autodenominan
“transhumanistas.”18
-
Los transhumanistas
proponen a la
posthumanidad como una
meta en vez de algo a
ser evitado.
-
Ellos están de acuerdo
en que podríamos tener
dificultades
relacionándonos con los
habitantes del futuro
biotecnológico, pero
afirman que si ellos se
ven libres de
enfermedades, son
superinteligentes y que
rutinariamente componen
sinfonías cuya
genialidad sobrepasa a
la Novena Sinfonía de
Beethoven, esta falta de
identificación es
nuestro problema, no el
de los posthumanos.
¿El fin de la
democracia liberal?
Algunas de las
cuestiones morales y
éticas más desafiantes
sobre la licencia para
diseñar bebés conciernen
al tipo de sociedad a
que esto puede llevar.
La película Gattaca
describe un futuro en
donde las personas
genéticamente
modificadas están a
cargo, mirando a las
personas no mejoradas
como capaces solo de
trabajar como sus
sirvientes. La
democracia liberal es
una actividad
cooperativa en la cual
todos son vistos como
personas con algo que
ofrecer.17 ¿Podrá el
mejoramiento genético
terminar con este
arreglo social, creando
sociedades en las cuales
las personas no
mejoradas serán vistas
por sus superiores
genéticos de la misma
manera como ahora vemos
a los chimpancés, buenos
solo para la
experimentación de
drogas y para
exhibiciones en los
zoológicos pero no para
mucho más?
©
2006, American
Institute of Biological
Sciences. Los educadores tienen
permiso de reimprimir
artículos para su uso en
las clases; otros
usuarios por favor
comunicarse con
el
editor
para solicitar
permisos de reimpresión.
Por favor ver
políticas de reimpresión.
Sobre el autor:
El Doctor Nicholas Agar
es profesor superior en
la Escuela de Historia,
Filosofía, Ciencias
Políticas y Relaciones
Internacionales de la
Victoria University de
Wellington, en Nueva
Zelanda. Su interés
principal de
investigación es la
ética de la nueva
genética. Ha publicado
sobre la identidad
personal, la ética
ambiental y la filosofía
de la mente en los
libros El Valor
Intrínseco de la Vida
(Life’s Intrinsic
Value, 2001),
Copia Perfecta (Perfect
Copy, 2002) y
Eugenesia Liberal (Liberal
Eugenics, 2004).
http://www.vuw.ac.nz/phil/staff/agar.aspx |
Ayuda de impresión: hemos recibido
comentarios sobre
dificultades en imprimir
artículos desde
Netscape.
Si esto le
ocurre a usted, por
favor
use
Internet Explorer.
Por favor vea el
artículo original en
inglés para enterarse
más sobre el tópico del
artículo o para tener
acceso a la lección que
lo suplementa. (Enlaces
y lecciones no han sido
traducidas.)
Este artículo en inglés
Directorio de artículos
en español
la página
principal
Referencias del artículo:
Estas referencias
están en inglés. Las
referencias no han sido
traducidas al español
dado que la mayoría de
los artículos citan
fuentes en el idioma
inglés.
1) Soanes, C., and A.
Stevenson (eds). 2005.
Oxford Dictionary of
English. Oxford, UK:
Oxford University Press.
http://www.oed.com
(accessed Mar. 30, 2006)
2) Agar, N. 2004. A
pragmatic optimism about
enhancement
technologies. In
Liberal Eugenics: In
Defence of Human
Enhancement. Oxford,
UK: Blackwell.
3) Winston, M. 2002.
Travels in the
Genetically Modified
Zone. Harvard, MA:
Harvard University
Press.
4) BBC News. September
1, 1999. Genetic
engineering boosts
intelligence.
http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/tech/435816.stm
(accessed Mar. 30, 2006)
5) Stull, D. 2001.
Better mouse memory
comes at a price. The
Scientist 15: 21.
http://www.the-scientist.com/yr2001/apr/research1_010402.html
(accessed Mar. 30, 2006)
6) Pinker, S. 2003.
Session 3: Human nature
and its future.
President’s Council on
Bioethics meeting, March
6-7, 2003, Arlington,
VA.
http://www.bioethics.gov/transcripts/march03/session3.html
(accessed Mar. 30, 2006)
7) Hamer, D. H. 2004.
The God Gene: How Faith
Is Hardwired into Our
Genes. New York:
Doubleday.
8) BBC News. April 25,
2005. Baby gene test
safety “unchecked.”
http://news.bbc.co.uk/1/hi/health/4481839.stm
(accessed Mar. 30, 2006)
9) Brock, D. 1998.
Cloning human beings: An
assessment of the
ethical issues pro and
con. In M. Nussbaum and
C. Sunstein (eds).
Clones and Clones: Facts
and Fantasies about
Human Cloning. New York:
W. W. Norton; and P.
Kitcher. 2000. Human
cloning. In G. McGee
(ed). The Human Cloning
Debate. Berkeley, CA:
Berkeley Hills Books.
10) McGee, G. 2001.
Primer on ethics and
human cloning.
https://scienceinstyle.com/biotech/mcgee.html
(accessed Mar. 30, 2006)
11) Buchanan, A., D.
Brock, N. Daniels, and
D. Wikler. 2000. From
Chance to Choice:
Genetics and Justice.
Cambridge, UK: Cambridge
University Press.
12) Kitcher, P. 1996.
The Lives to Come: The
Genetic Revolution and
Human Possibilities. New
York: Simon and
Schuster.
13) Kass, L. 2002. Life,
Liberty, and the Defense
of Dignity: The
Challenge for Bioethics.
San Francisco: Encounter
Books.
14) Agar, N. 2004.
Liberal Eugenics.
Malden, MA: Blackwell.
15) Harris, J. 1998.
Clones, Genes, and
Immortality: Ethics and
the Genetic Revolution.
Oxford, UK: Oxford
University Press.
16) Jürgen Habermas,
The Future of Human
Nature (Polity
Press, 2003) for a
response.
17) Fukuyama, F. 2002.
Our Posthuman Future:
Consequences of the
Biotechnology
Revolution. New York:
Farrar, Straus and
Giroux.
18) World Transhumanist
Association:
http://www.transhumanism.org/index.php/WTA/index/
(accessed Mar. 30, 2006) |