January 2010
¿Qué significado tiene el término “verde” en agricultura?
Cultivando canola. La canola modificada genéticamente es controversial, pero hoy en día, en algunos países, muchísimos acres de las granjas están dedicados al cultivo modificado genéticamente (GM por sus siglas en ingles). Foto: Canola Council del Canada.
Gould: Lo de verde va desde mantener o incrementar la biodiversidad y no dañar el medio ambiente con toxinas, es decir, dejar el medio ambiente tan intacto como sea posible, hasta implementar prácticas agrícolas que apoyen la estabilidad de la sociedad en general. Un aspecto relacionado con esto, y además muy importante, es la cuestión sobre la cual se oye hablar hoy en día con respecto a la soberanía de la comida. La soberanía de la comida es un plan de acción desarrollado por un equipo de organizaciones ambientales, granjeros, grupos indígenas, pescadores, y otros, en la última parte de los años noventa. Significa que en vez de que la comida sea sujeta a las fuerzas del mercado, la gente tiene el derecho a decidir que cultiva para su propia alimentación, que cría y que pesca.
He trabajado en las Filipinas, China, e India. En las Filipinas por ejemplo, el gobierno quería traer la Revolución Verde a su país porque previeron la necesidad de tener variedades de arroz de gran rendimiento para alimentar a su gente. Sin embargo, si se habla de sostenibilidad o de verde, no siempre importa si se hace que las cosas sean verdes. Por ejemplo, si se tienen tensiones sociales en un país y se destruye lo que se había empezado o creado, en realidad lo verde se va a perder a largo plazo. Si el gobierno Filipino no hubiera acogido la idea de la Revolución Verde de Norman Borlaug,1 el país se hubiera destruido.
Creo que si uno quiere agricultura verde sostenible, tiene que ponerla en práctica de tal manera que se tenga suficiente disponibilidad de comida y vivienda para mantener la estabilidad social. Creo que la estabilidad social y lo verde van de la mano. Uno se puede poner en la tarea de definir lo que significa verde para los siguientes veinte años, o se puede definir verde para mucho mas allá, en términos de lo que va a ocurrir en este mundo si no se tienen en cuenta los derechos de la gente. No estoy seguro dónde cuadra esta definición porque estos enfoques a menudo no son opuestos los unos a los otros, pero hay ocasiones en que sí lo pueden ser.
¿Los cultivos modificados de esta generación serán lo suficientemente verdes?
Gould: No creo que esos productos en sí tengan problema en ser verdes. Las dudas surgen cuando se analiza la forma en que son llevados al mercado, cómo son utilizados, y cómo son desarrollados. La Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences) y otras organizaciones enfatizan que no es sólo el proceso que se usa para hacer algo, es también el producto que puede o no ser verde. Yo también voy a agregar que no es sólo el producto, sino también como éste es usado en la agricultura.
Por ejemplo, las compañías de biotecnología Agrícola (Agbiotech, por sus siglas en inglés) podrían desarrollar granos de soya, maíz, y algodón genéticamente modificados que no requieran Atrazina2 (uno de los peores herbicidas) para controlar las cizañas. Aún mejor, si usamos la ingeniería para diseñar estos cultivos de tal manera que tengan resistencia al glifosato, el producto entonces se convierte en un herbicida no dañino para el ambiente.3 Pero puede que surjan problemas sociales. Al añadirle al cultivo un gen con tolerancia al glifosato, este producto genéticamente modificado puede resultar demasiado costoso para la gente en lugares como África, donde el costo del los herbicidas podría ser económicamente prohibitivo.
Más aún, si existe una patente para el gen, esto podría hacer que fuera legalmente imposible que los cultivadores usaran o mejoraran el gen, a menos que obtuvieran una licencia de la compañía que es dueña de la patente. Mi opinión es que hay que adaptar las patentes de tal manera que se produzcan más invenciones. Creo que la gente está preocupada de que se podría crear una patente de tal manera que sofocara la innovación en vez de ayudarla. No estoy seguro de dónde se establezcan los límites, pero es un asunto importante. Aquí es donde las cortes y las leyes de patentes tienen que determinar qué es una innovación real y qué es simplemente una secuencia de genes. Una patente debería fomentar la innovación.
¿Deberán los granjeros seguir la corriente de la biotecnología?
Gould: Considere las formas en que los granjeros se podrían ver afectados. ¿Será que las compañías de biotecnología van a reunir todos estos genes en una variedad cultivada, es decir, una planta seleccionada o alterada, escogida por sus características especiales, casi al punto de que un granjero competitivo no pueda dejar de cultivarla? ¿Y qué pasaría si además de incluir en el cultivo estos rasgos patentados y diseñados a través de la ingeniería genética, los científicos también mejoraran sus atributos de reproducción, es decir, si lo convirtieran en un cultivo con más rendimiento que el original? Bueno, pues el granjero se verá forzado a comprar este nuevo cultivo modificado porque si compra el cultivo alternativo, el cual puede tener un rendimiento 10% menor, arriesga así perder su finca a la competencia. Se llegaría a una situación en la cual los granjeros no tendrían la opción de escoger.
Sin embargo, no se necesita de ingeniería genética para que este tipo de situación ocurra; en el momento enfrentamos este problema en la industria de pollos, donde hay integración vertical, es decir, que los granjeros usualmente ni siquiera son propietarios de los pollos que crían. Lo mismo podría ocurrir con los cultivos; los granjeros en vez de comprar sus propias semillas, las tomarían en arriendo.
¿Habrá avances que sean buenos tanto para los ambientalistas como para los granjeros?
Gould: Si, los hay, pero estos también tienen sus propios problemas. Es difícil encontrar un ambientalista que admita que hay algo bueno para el ambiente que haya sido el resultado de los cultivos modificados por la ingeniería genética. Si no se nos permite discutir los cultivos modificados sino en términos del medio ambiente y la salud, y no se nos permite traer a colación los aspectos sociales porque son considerados tabú, entonces continuaremos teniendo problemas.
Por ejemplo, en el caso del algodón Bt [Bacillus thuringiensis] en China,4 es difícil no ver que esta es una historia de éxito ambiental, puesto que disminuyó el uso de los pesticidas y redujo los problemas de salud de los granjeros. ¿Dónde se encuentra la falla de ésto? Las encuestas también demostraron que la adopción de este algodón modificado es buena para la economía. Los granjeros aumentaron sus ingresos a través de la reducción tanto de su tiempo de trabajo como del uso de pesticidas. Aquí tenemos buenas lecciones para otros países en desarrollo, pero en la actualidad, sólo las pequeñas compañías de semillas para granjas venden las semillas. Tal vez sea mejor tener una sola compañía nacional de semillas que produzca el producto, pero la decisión de usar cultivos modificados genéticamente está en manos de los granjeros.
A veces la cuestión sobre la seguridad alimentaria sale a relucir, es decir: ¿Podemos depender de sólo unas pocas variedades de un cultivo en particular, para garantizar nuestra fuente de comida? Se podrían desarrollar productos modificados genéticamente, de importancia para millones de personas, tal como lo hizo el Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz; este desarrolló el Arroz Dorado (Golden Rice),5 como un nuevo cultivo, exaltado por sus beneficios médicos puesto que estaba diseñado para contrarrestar las deficiencias de Vitamina A. Alguna investigación sugiere que el arroz no va a solucionar el problema de la malnutrición alrededor del mundo. Otros argumentan que este arroz es una trama de la biotecnología para hacer dinero, cuando en realidad hay otras soluciones para la salud humana y la malnutrición. Poniendo de un lado estas controversias, yo creo que si uno está desarrollando cualquier tipo de producto que sea importante para el bienestar de tanta gente, se debería considerar ofrecerlo a precios que la gente pueda pagar o simplemente regalarle el producto a la gente. Sin embargo, si este producto resultara ser de inmenso beneficio para la gente, ¿desaparecerían entonces otras variedades de cultivos, dejándonos así con pocas alternativas en caso de que algún desastre afectara el cultivo dominante?
¿Se puede utilizar la tecnología en vez de los métodos convencionales para hacer que los cultivos sean más “verdes”?
Gould: Si, es posible. El algodón en la China es un buen ejemplo de esto; yo preferiría estar en un campo de algodón en la China hoy en día que hace diez años, especialmente con respecto a la cantidad de insecticidas convencionales que se usaban en el pasado. Alguien podría preguntar, ¿es esto una mejor alternativa que alguien que cultiva algodón orgánico? Creo que muchas veces la respuesta implica preguntar: ¿Que productos y que usos está comparando?
Creo que comparados con la agricultura convencional, si se tienen las normas adecuadas, los cultivos pueden ser modificados para que sean mejores. Nosotros como científicos podemos dirigir la práctica en esta dirección, y la presión pública puede ayudar a que esto ocurra. Pienso que es como tener cualquier tecnología buena. Si se tiene el empujón por parte de la sociedad, hay un incentivo para producir un automóvil que tenga un mejor rendimiento de gasolina por milla. Si ponemos presión para que se usen buenas prácticas, la biotecnología puede ser beneficiosa, pero si aquellos que se oponen a esta tecnología ejercen presión, o si el mercado cambia, entonces nos veremos forzados a movernos en otra dirección.
¿Son efectivos para el biocontrol verde los insectos modificados genéticamente?
Gould: He aquí un ejemplo que está siendo probado en la actualidad. Como todos lo sabemos, la malaria es una enfermedad temida por todos, que infecta a millones de personas cada año. Hasta el presente no existe una vacuna efectiva. La enfermedad es causada por el parásito unicelular Plasmodium, que es transmitido a los humanos cuando un zancudo infectado los pica. Los investigadores están experimentando con formas de detener la malaria haciendo que los mismos zancudos luchen contra la enfermedad. La técnica implica hacer cambios genéticos al AND del mosquito mediante la manipulación de los factores Medea (elementos nucleares).6
Las grandes compañías están muy interesadas en la modificación genética de los cultivos y los pesticidas debido a las ganancias potenciales. Las compañías de pesticidas se dan cuenta que esta tecnología va a llegar, y saben subirse al tren, si es que quieren competir. Monsanto, uno de los grandes participantes en el negocio de la biotecnología agrícola, es muy astuto acerca de las tendencias, y ha tomado la delantera haciendo una buena tarea elucidando lo que tiene que hacer. Sin embargo, si uno le muestra a estas compañías una forma de modificar las pestes genéticamente, utilizando métodos tales como la manipulación del factor Medea, es clásico que en general no se muestran interesadas. Hay mucho más dinero en la modificación genética de pesticidas que en la modificación de insectos. En un momento dado, Monsanto consideró ponerle Bt a una bacteria que vive en la tierra. ¿Pero donde está la ganancia de soltar la bacteria modificada, que se propagaría en forma normal y no tendría que ser soltada de nuevo? Usan la misma lógica cuando consideran agentes naturales de biocontrol. Si uno trajera el parásito de una peste agrícola de Asia, y lo soltara en nuestro medio ambiente, las compañías no tendrían ninguna ganancia.
Los organismos que están interesados en el uso de la ingeniería para modificar los insectos, son los gobiernos. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), está muy involucrado en la importación de agentes de control biológico. Todo el mundo sabe que no hay ninguna ganancia hacia el futuro con los insectos modificados genéticamente. Hay algunas compañías innovadoras pequeñas que están interesadas en esto, pero nunca se escucha a ninguna de las grandes compañías hablar de ello. Una vez que el insecto es modificado, cualquiera podría trabajar con estos insectos en su propia casa. Si uno reuniera las condiciones adecuadas, uno los podría criar y soltar; es un plan de negocios muy distinto. De hecho, para la mayoría de la gente, este no es un plan de negocios.
¿Por qué son diferentes las actitudes hacia la biotecnología agrícola en diferentes países?
Gould: Ciertamente hay diferente actitudes alrededor del mundo. Por ejemplo, Brasil está recibiendo muy bien la biotecnología en la agricultura, mientras que algunos países Europeos le han dicho no a muchos cultivos modificados. ¿Porqué hay tal diferencia en la percepción pública? No soy un experto en la materia pero he escuchado a la gente decir que en Europa la gente no tiene la suficiente fe en las agencias gubernamentales.
En términos culturales, en Francia la comida es algo diferente que en los Estados Unidos. El queso Camembert es tan sólo uno de los ejemplos de su apego cultural a la comida. Los franceses se preguntaron: ¿Podría usarse leche pasteurizada y aún llamarlo queso Camembert? El dilema es acerca de la pasteurización, una vieja tecnología que yo no llamaría ingeniería genética complicada. El Camembert ha sido fabricado tradicionalmente con leche de vaca no pasteurizada, y se madura mediante la utilización de los mohos Penicillium candida y Penicillium camemberti. Los franceses quieren mantener esta tradición, y no consideran que otros quesos hechos con leche pasteurizada sean verdaderos Camemberts. Los Estados Unidos y algunos otros países requieren que los lácteos sean pasteurizados.
¿El proceso de vigilancia actual es adecuado para la biotecnología
Gould: Bueno, pues creo que los asuntos tales como los alimentos modificados genéticamente que podrían causar alergias, han fomentado un proceso de vigilancia más severo. Cada vez que la USDA crea una reglamentación para un producto, están regulando la industria como un todo. Entonces, si hay algún problema, y los grupos ambientales o civiles protestan, tienen que hacer más estrictas sus reglamentaciones. Se podría decir de alguna manera, que puesto que las reglamentaciones son tan estrictas, a menudo los únicos que pueden “ganar” en una situación dada, son las grandes corporaciones. Yo creo que la mayoría de las compañías innovadoras que quisieron meterse en el negocio de la ingeniería genética ya no existen. Las compañías pequeñas no se pueden dar el lujo de competir con las grandes.
Cuando se intensifica la reglamentación se vuelve un arma de doble filo. De cierta forma, se ha convertido en una tecnología saludable debido a esto. Si la biotecnología fuera cualquier otra tecnología, las instituciones reguladoras no hubieran sabido acerca de la mariposa monarca, por ejemplo. Todo el mundo estaba preocupado de que el polen del maíz Bt estaba causándole daño a la larva de la mariposa. El público adoptó la causa. Por lo tanto las instituciones reguladoras se vieron forzadas a llevar a cabo estudios. Eventualmente, la evidencia reveló que no se le había causado mayor daño a la mariposa monarca, y todo salió bien.
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