puntos
principales de la entrevista
Algunos científicos han
propuesto la idea controversial
de reintroducir a Norteamérica
la megafauna que se extinguió
hace 13.000 años. Ellos
contienden que la idea lograría:
-
Restaurar el balance de los
ecosistemas de Norteamérica
-
Crear un parque histórico
ecológico accesible a todos
-
Contribuir a la economía de
las áreas rurales cercanas
artículo |
|
Nota del Traductor:
El término “rewilding”
usado en el artículo
original se puede
traducir como “reintroducir,”
“traer de vuelta” o
“recuperación del mundo
silvestre” de una zona.
El término
no tiene un equivalente
ampliamente u
oficialmente aceptado en
español. Algunos sitios
Web utilizan las
palabras inventadas
“asilvestramiento” o “resalvajización.”
ActionBioscience.org:
¿Qué quiere usted
decir con la
reintroducción de la
vida silvestre (“rewilding”
en inglés) de
Norteamérica?
Barlow: El término “rewilding”
o restauración de la
vida silvestre es un
concepto que opera
dentro del marco
combinado de la ecología
de la restauración y de
la evolución. Un tipo de
rewilding trata
sobre la restauración de
la biodiversidad perdida.
La ecología de la
restauración trata sobre
la observación de un
paisaje, buscando
maneras de poder
regresarlo a condiciones
que son más naturales,
como por ejemplo, las
encontradas antes de que
los europeos llegaran a
Norteamérica. Otro tipo
de rewilding
tiene que ver con el
cambio climático, como
por ejemplo, la creación
de un parque corredor
desde Yellowstone hasta
el Yukon con el fin de
proveer vías de
movimiento para los
animales a medida que el
clima cambie.
En el año 2005, una
revista científica
importante publicó un
artículo escrito por una
docena de prominentes
biólogos de la
conservación proponiendo
un cambio en la cota de
referencia comúnmente
utilizada para la
restauración de la vida
silvestre perdida de los
hábitats.1 La
mayoría de las áreas
silvestres y de los
parques en Norteamérica
continuarán siendo
restauradas a
condiciones que eran
prevalecientes antes de
la llegada de Colón en
1492 (la llamada cota de
referencia precolombina).
Pero, ¿qué tal recuperar
a una porción pequeña de
la herencia silvestre de
Norteamérica a
condiciones tales como
las encontradas antes de
las primeras incursiones
de los seres humanos a
esta zona hace 13.000
años? Esta idea de
rewilding desde una
perspectiva de tiempo
muy larga significa
regresar a una época
antes de que los
primeros seres humanos
llegaran a Norteamérica
en el Pleistoceno tardío
(unos 10.000 años atrás)
y preguntarnos cómo
podríamos restaurar al
paisaje ecológico.
Las tendencias actuales
en rewilding en
Norteamérica tienen que
ver con la restauración
de especies que han sido
desplazadas o puestas en
peligro de extinción
desde la llegada de los
europeos, como por
ejemplo, el retorno de
los lobos grises al
Parque Yellowstone, la
reintroducción de los
linces al estado de
Colorado y del halcón
peregrino a los estados
centro-occidentales.
Esto es ahora una
práctica estándar en la
ecología de la
restauración. Lo que me
gustaría discutir es el
tópico controversial del
rewilding de
Norteamérica tal y como
fue propuesto hace
algunos años, buscando
una perspectiva de
tiempo más profunda y
diciendo “no nos
detengamos solo con los
lobos.” ¿Cuáles especies
se encontraban aquí
antes de que los humamos
invadieran el paisaje? ¿Sería
posible traer de vuelta
a estas especies?
ActionBioscience.org:
¿Por qué restaurar
los animales de la era
del Pleistoceno y no
solo aquellos que han
desaparecido desde la
época de Colón?
Barlow: Esta es una
pregunta tanto de
conservación como ética.
¿Por qué debemos hacer
esto? Por varias razones:
-
Muchas de las especies
de vertebrados grandes
desaparecieron al
final del Pleistoceno.
La mayoría de la
opinión de la ciencia
moderna sostiene que
la causa principal de
la extinción de estos
animales grandes, la
llamada megafauna,
fue la presencia de
los humanos. Estos
animales no
coevolucionaron con
los humanos en la
forma en que los
animales grandes de
Asia y de África lo
hicieron. De manera
que, si los humanos
fueron la causa de la
pérdida de estos
animales, tales como
el mamut, el
mastodonte y los
grandes carnívoros que
dependían de ellos
como presa, entonces
nos conviene hacer lo
más posible para
restaurarlos.
-
Yo creo que es posible
manejar estos
esfuerzos de
recuperación de la
vida silvestre. Un
parque del Pleistoceno
o un parque de
historia ecológica han
sido sugeridos. Estos
sería paisajes
representativos en
donde podríamos
retornar a estos
grandes animales.
-
Las plantas y los
paisajes que tenemos
en Norteamérica
perdieron las parejas
animales con los
cuales coevolucionaron
hace apenas 13.000
años. Las plantas se
llevan más tiempo en
adaptarse a los
cambios ambientales.
Al traer de vuelta a
algunos de los grandes
animales del
Pleistoceno,
especialmente a los
grandes herbívoros y a
los carnívoros, para
controlar y
coevolucionar con las
plantas, veríamos cómo
sería el verdadero
paisaje de
Norteamérica.
-
Sería bueno para la
economía. Los turistas
visitarían al parque y
a otras áreas que sean
restauradas,
promoviendo así a la
economía local,
particularmente en las
áreas rurales.
-
Josh Donlan, uno de
los autores del
artículo que mencioné,
dice que la evidencia
muestra que cuando los
grandes animales
desaparecen de un
ecosistema, la
biodiversidad del
ecosistema se colapsa
y la sociedad pierde
también por esta
desaparición. La
desaparición de la
megafauna tuvo un
efecto de dominó en
los ecosistemas.
ActionBioscience.org:
¿Cuáles animales
grandes se han sugerido
para el rewilding?
Barlow: Si uno
adopta como cota de
referencia al final del
Pleistoceno, es entonces
tiempo de traer de
vuelta al guepardo
americano, al camello
americano, al león
americano de las
planicies, al mastodonte
y al mamut americanos y
a otras especies, usando
sus equivalentes del
Viejo Mundo con el fin
de re-empezar su
evolución en el Nuevo
Mundo y para restaurar
su papel vital en la
configuración de los
paisajes ecológicos.
Tomemos como ejemplo al
camello. Los camellos se
originaron aquí, en
Norteamérica, no en el
Viejo Mundo, cerca de 50
millones de años atrás.
Ellos pasaron la mayor
parte de su tiempo aquí,
pero hace alrededor de 3
millones de años, ellos
cruzaron desde Alaska
hacia Siberia y
continuaron hacia Asia y
finalmente llegaron al
continente Africano.
|
Si quisiéramos traer de
vuelta a los camellos,
por ejemplo al camello
bactriano, así como a
los elefantes, estos
animales probablemente
harían un buen trabajo
en el control de los que
se conoce como la
invasión de los arbustos
en el oeste árido de los
Estados Unidos. El
ganado y los caballos no
pueden comer mesquite,
junípero o creosote,
pero los grandes
ramoneadotes si pueden.
Los camellos están
especialmente adaptados
a comer arbustos tóxicos.
Si usted está preocupado
por su césped, ellos no
pueden comer grama.
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|
La introducción del
elefante indio o
asiático nos daría un
reemplazo para los
mamuts extintos. Los
elefantes indios
disfrutan tumbar árboles
para ramonear, pero
cuando ellos dejan la
zona, las gramíneas que
crecen después de su
partida atraen a los
herbívoros pastoreadores.
Uno establece así una
danza entre los
pastoreadores y los
ramoneadores. La idea es
que si uno quiere traer
de vuelta a algunos de
los grandes herbívoros,
los grandes ramoneadores
en particular, podríamos
ver entonces al
verdadero paisaje
ecológico de
Norteamérica.
ActionBioscience.org:
¿Por qué escoger a la
megafauna en vez de a
otros animales extintos?
Muchos animales se han
extinguido.
Barlow: En todas las
instancias en que los
humanos se han
establecido en un
paisaje, desde el primer
momento en que pudieron
matar a distancia con
rocas o lanzas, ellos
han eliminado a la
megafauna. Los humanos
cazaron a la megafauna
hasta extinguirla. Las
lanzas fueron
particularmente letales
porque uno ni siquiera
tiene que matar al
animal. Uno solo tiene
que causar una herida en
la región abdominal y
esperar a que el animal
muera de la infección.
Los animales más
pequeños pudieron
esconderse de los
humanos. Ellos también
tenían la ventaja de
tener poblaciones
pequeñas y altas tasas
de reproducción. Veamos,
por ejemplo, al moa (tipo
de kiwi gigante) de
Nueva Zelanda. Su
extinción está
completamente
relacionada con la
llegada de los primeros
maoríes. La historia se
repite con los pájaros
elefante y las tortugas
gigantes de Madagascar.
ActionBioscience.org:
¿No son los animales
que usted está
sugiriendo usar para la
reintroducción
genéticamente diferentes
de las especies extintas?
Barlow:
Absolutamente. El plan
busca utilizar para la
reintroducción a
equivalentes de las
especies nativas en
muchos casos. Uno de los
lazos genéticos más
cercanos entre los
animales de hoy día con
los animales que
desaparecieron de
Norteamérica es el
caballo. Los caballos ya
han sido retornados.
Ellos se originaron en
Norteamérica hace 50
millones de años y luego
desaparecieron. Algunos
caballos migraron hacia
Alaska y de allí hacia
Siberia, siguiendo hacia
África. ¿Sabe en que se
convirtieron? ¡En las
cebras!
|
Los españoles, tal y
como lo saben la mayoría
de los niños de escuela,
trajeron caballos de
vuelta a América.
Algunos se escaparon de
sus corrales y se
hicieron salvajes. Los
indios de las llanuras
coevolucionaron una
cultura de cacería del
búfalo y de monta de
caballo. Nuestros
caballos modernos
pertenecen al mismo
género que aquellos del
Pleistoceno, Equus
caballus. La
propuesta de
rewilding sugiere la
reintroducción de los
caballos modernos así
como también de los
caballos salvajes, tales
como el caballo de
Przewalski.
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|
Déjeme darle el ejemplo
de un elefante, pues el
caso de los elefantes es
considerado por algunos
como el más inaudito.
Los elefantes
evolucionaron en el
Viejo Mundo y,
periódicamente, hace
millones de años,
algunos migraron desde
África hacia el
hemisferio occidental.
Entre los emigrantes se
encontraban los
gomphotheres (por
ejemplo, Curvieronius
sp., pariente
del mastodonte y de los
elefantes), los
mastodontes y varias
olas de mamuts, la más
reciente el mamut lanoso.
Los mamuts que tuvimos
en Norteamérica,
incluyendo en la
Florida, están más
cercanamente
emparentados al elefante
asiático o indio que
éste al elefante
africano.
ActionBioscience.org:
¿Por qué no trabajar
con las especies que ya
se encuentran en
Norteamérica, tales como
el puma nativo, antes de
que éstos se extingan,
en vez de reintroducir
al guepardo desde África?
Barlow: Podemos
hacer ambas cosas. Claro,
los pumas y sus
subespecies están
emparentados con los
guepardos del África.
Los leones de montaña o
pumas (Felis concolor)
y los guepardos (Acinonyx
jubatus)
evolucionaron a partir
de linajes cercanos.
Todos ellos, excepto el
guepardo, aún deambulan
por varias partes de
América. Sin embargo, ¿sabía
usted que el guepardo se
originó aquí en
Norteamérica?
Actualmente solo se
encuentra en África.
Mientras estaban aquí,
ellos coevolucionaron
con el herbívoro
terrestre más rápido del
mundo, el berrendo
americano (Antilocapra
americana). El
berrendo puede alcanzar
velocidades de hasta 96
km/h. Nuestros lobos
pueden correr hasta 64
km/h. La evolución no
crea excesos. El
berrendo que corre a 96
km/h en Wyoming aún está
corriendo para escaparse
del guepardo que se
extinguió aquí. Entonces,
estamos sugiriendo
retornar al guepardo
porque no solo pertenece
a este ambiente, sino
porque es el depredador
natural del berrendo.
ActionBioscience.org:
¿Cómo sobrevivirá
esta nueva megafauna y
no destruirán a los
hábitats nativos que han
evolucionado para ser lo
que hoy en día son?
Barlow: Los
ecosistemas no han
evolucionado mucho en
los últimos 13.000 años.
Tenemos ahora mezclas
diferentes de
poblaciones en
diferentes áreas, pero
no tenemos especies
nuevas de plantas
excepto las
introducciones de
especies exóticas y
tampoco hemos perdido
muchas especies de
plantas. Trece mil años
es casi nada para las
plantas. Es una cuestión
de cómo se
reconfigurarán las cosas
con las especies nativas
que tenemos. El punto es
que no estamos
sugiriendo la
repoblación de toda
Norteamérica. El parque
de historia natural
ecológica estaría
situado en alguna parte
de las grandes planicies,
digamos, en Nebraska o
en Kansas o quizás en el
norte de Nuevo México,
en donde existen buenas
áreas de hábitat de
pasto y áreas semiáridas.
Sería un experimento
científico para ver si
funciona y cuán lejos
podemos ir con esta
idea.
ActionBioscience.org:
Algunos de los
depredadores y otras
especies consideradas
para el parque son
migratorias o necesitan
áreas muy grandes para
forrajear y para cazar.
¿Cómo puede un parque
proveerles lo que
necesitan y a la vez
mantenerlas contenidas?
Barlow: Nosotros no
estamos hablando de algo
al estilo del Parque
Jurásico tipo Hollywood.
Los humanos no se
encontraban allí en los
tiempos de los
dinosaurios. Los
animales más grandes y
peligrosos que
proponemos retornar
estarían contenidos en
una hacienda del tipo
que se ve en Texas. Los
elefantes serían los más
difíciles en este
sentido. Sin embargo,
las buenas zonas de
gramíneas de Texas
oriental proveen un área
de pastoreo ideal. Estos
animales representan a
una megafauna con tasas
de reproducción baja y
ellos eran nativos
anteriormente. No es
como si estuviéramos
introduciendo a una
especie exótica, tal
como la pimienta de
Brasil (Schinus
terebinthifolius)
que da tantos problemas
o del anolis de Cuba (Anolis
equestris), el cual
es casi imposible de
erradicar.
Veamos un ejemplo del
desequilibrio que sucede
cuando uno no maneja las
reintroducciones bien.
Los caballos salvajes,
introducidos por los
españoles después de su
desaparición de
Norteamérica, están
destruyendo una porción
del oeste norteamericano
debido a que la gente no
quiere que sean
eliminados o controlados
letalmente. Estos
caballos salvajes se
están reproduciendo como
moscas porque éste
siempre fue su paisaje
natural. Ellos no tienen
ningún depredador en ese
lugar. Todo lo que uno
tiene que hacer es
reintroducir al león
africano. ¿Cuál es el
alimento principal del
león africano en África?
¡La cebra! Los lobos no
pueden cazar muy bien a
los caballos como
tampoco pueden los
pumas. Al traer al león
africano para controlar
a los caballos salvajes,
uno estaría creando un
balance entre depredador
y presa.
ActionBioscience.org:
Muchos granjeros y
agricultores
norteamericanos
protestaron la reciente
reintroducción de los
lobos. ¿Qué les diría
usted sobre la
reintroducción de
depredadores grandes
como leones y guepardos?
Barlow: Primero que
todo, esto no ocurrirían
en tierras públicas.
Ellos serían
reintroducidos en
tierras privadas.
Actualmente, la tortuga
bolson o tortuga llanera
(Gopherus
flavomarginatus) de
México está siendo
reintroducida en la
finca privada de Ted
Turner, en el estado de
Nuevo México. Estamos
esperanzados de que en
algún punto podremos
trabajar con un finquero
grande, por ejemplo en
Texas, en estos
esfuerzos. Ya existen
toda clase de animales
africanos de caza en
fincas en Texas. Existen
más leones en fincas
privadas en Texas que en
todos los zoológicos de
los Estados Unidos.
ActionBioscience.org:
¿Ve usted a este
parque como una
atracción turística o
solamente como un
experimento de historia
natural?
Barlow: La idea
principal es la
conservación y la
evolución. Los
proponentes de esta idea
están pensando en
términos de largo plazo.
Digamos que los humanos
no se van a extinguir en
los próximos varios
millones de años. ¿Qué
tipo de evolución va a
ocurrir en Norteamérica
si traemos de vuelta a
las especies que se
encontraban aquí antes
de que llegaran los
humanos, o como mínimo
traemos de vuelta
poblaciones fundadoras
de especies que estaban
aquí y les damos una
oportunidad de
evolucionar? Si no
hacemos esto solo vamos
a tener la misma
megafauna empobrecida
que teníamos cuando los
europeos llegaron. Antes
teníamos tanta megafauna
aquí como existe ahora
en África, como por
ejemplo, cuatro especies
de camello, tres
especies de caballo y
cinco especies de
elefante. La gente no
era nativa a
Norteamérica. Hasta la
antigua gente del grupo
Clovis de Siberia, los
cazadores de mamut, eran
nativos al paisaje de
Asia, no de América, de
la misma manera que los
ancestros de los maoríes
no eran nativos a Nueva
Zelanda. Estas culturas
perecieron porque las
poblaciones de estos
grandes animales también
perecieron. De las
cenizas nacieron las
gentes indígenas y los
Indígenas Americanos.
Ellos no fueron la causa
de la destrucción de la
megafauna del
Pleistoceno. Los
ancestros de la frontera
fueron los que hicieron
esto.
Una ventaja secundaria
es el potencial impulso
económico en las áreas
donde esta megafauna
sería reintroducida. Un
parque histórico
ecológico en, digamos,
Kansas, traería enormes
beneficios económicos.
Incidentalmente, ya
existe una finca en
Kansas que tiene
camellos. Los camellos
están prosperando muy
bien, aún en el invierno.
Personalmente, yo veo a
la gente y a los
elefantes trabajando
juntos. En el Viejo
Mundo, los humanos
siguen a las manadas de
elefante. Uno puede
dejar a los elefantes
explorar al paisaje, es
más, podríamos pedirle a
los finqueros que abran
sus portones y dejen que
las manadas pasen por
sus tierras. Esto podría
convertirse en una
actividad turística,
donde la gente seguiría
a los elefantes para ver
como se trasladan cada
estación a ambientes
diferentes en busca de
su forraje. Podría ser
fantástico para la
economía, tal y como son
los búfalos mantenidos
en común.
© 2007, American
Institute of Biological
Sciences. Los educadores tienen
permiso de reimprimir
artículos para su uso en
las clases; otros
usuarios por favor
comunicarse con
el
editor
para solicitar
permisos de reimpresión.
Por favor ver
políticas de reimpresión.
Sobre el autor:
Connie Barlow es autora
de cuatro libros de
ciencia popular que
exploran la intersección
entre la evolución y la
ecología con la
filosofía y la religión:
Los Fantasmas de la
Evolución (The
Ghosts of Evolution,
Basic Books, 2001);
Espacio Verde, Tiempo
Verde: La Manera de la
Ciencia (Green
Space, Green Time: The
Way of Science,
Copernicus, 1997);
Evolución Extendida:
Debates sobre el
Significado de la Vida
(Evolution Extended:
Biological Debates on
the Meaning of Life,
MIT Press, 1994); y
Desde Gaia hasta los
Genes Egoístas (From
Gaia to Selfish Genes,
MIT Press, 1991). Barlow
es corresponsal para la
revista Wild Earth
y también ha escrito
para las revistas
Natural History,
The Humanist y
Earthlight, así como
artículos en revistas
científicas. Posee un
grado en Zoología de la
Universidad Estadal de
Michigan y se ve a si
misma cono “una
ciudadana naturalista”
especializada en la
ecología evolucionaria.
http://www.torreyaguardians.org/guardians.html
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