puntos
principales de la entrevista
Las enfermedades
infecciosas, tales como el SRAG
y el SIDA, son un problema
global más serio ahora que en el
pasado, debido en parte a que:
-
las poblaciones urbanas
están creciendo y, por lo
tanto, aumentando las
oportunidades para la
transmisión de estas
enfermedades de persona a
persona;
-
la gente se está más
propensa a entrar en
contacto con animales que
pueden pasar las
enfermedades zoonóticas;
-
los servicios de salud
pública pueden no estar
equipados para lidiar con
ciertos brotes infecciosos.
artículo |
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ActionBioscience.org:
La enfermedad o mal
de la vaca loca, la
gripe aviar, el SRAG (síndrome
respiratorio agudo
grave), el hantavirus,
el monkeypox (relacionado
con la viruela). ¿Es
esto una exageración por
parte de la prensa o en
realidad están
aumentando las
enfermedades infecciosas?
Morse: No, yo creo
que las enfermedades
infecciosas en verdad
están en aumento. Por
supuesto, a medida que
ponemos más atención y
logramos identificar más
eficazmente a estas
infecciones, ellas
parecen ser más
numerosas. Pero al mismo
tiempo, algunas de ellas
son enfermedades nuevas
que estamos observando
por primera vez. Por
ejemplo, esta es la
primera vez que hemos
observado al SRAG (SARS
en sus siglas en inglés)
en esta parte del mundo.
A pesar de que puede
haber ocurrido en el
pasado en lugares
localizados en la China,
es claro que el año
pasado apareció por
primera vez en otras
partes del mundo. La
enfermedad del Nilo,
introducida a los
Estados Unidos por
primera vez en el año
1999 vía la ciudad de
Nueva York, se ha
difundido a lo largo del
país. De manera que
pienso que estos
aumentos son reales.
La razón por la cual
estas infecciones están
aumentando es que ahora
existen más
oportunidades para que
ellas se dispersen a
poblaciones más grandes
por medio de varias vías.
En el pasado ellas
pudieron haber ocurrido
mucho más localmente o
en formas muy limitadas.
ActionBioscience.org:
Muchas de las
enfermedades infecciosas
son transmitidas a los
humanos por animales, es
decir, "zoonoses." ¿Es
este un nuevo fenómeno?
Morse: Yo creo que
este es un fenómeno
antiguo. Es muy probable
que muchas de las
enfermedades infecciosas
que damos por descontado
fueron originalmente
zoonoses, introducidas
originalmente a los
humanos provenientes de
otras especies. Después
de todo, hemos estado
viviendo en ambientes
naturales y con animales
por mucho tiempo y la
agricultura apareció
hace miles de años.
Por ejemplo, aunque no
estamos totalmente
seguros, pensamos que la
tuberculosis, una
enfermedad muy común y
seria en todo el mundo,
puede haber entrado a la
población humana
proveniente del ganado,
el cual posee un
organismo similar. A lo
largo del tiempo, el
organismo de la
tuberculosis evolucionó
y se convirtió en una
enfermedad humana
separada de la original.
Su origen se encuentra
envuelto en la
antigüedad desde hace
miles de años. También
es muy probable que el
sarampión se halla
originado en otra
especie y que el virus
evolucionó para
convertirse en el virus
del sarampión. Este
virus es muy específico
a los humanos y se
dispersa muy bien en la
población.
Estoy seguro de que
muchos otros ejemplos
han ocurrido en el
pasado y que continúan
ocurriendo todo el
tiempo. Por eso es que
vemos a las zoonoses
entrar ahora a la
población humana.
ActionBioscience.org:
¿Cuáles son los factores
principales que
contribuyen a la
aparición de estas y de
otras enfermedades
infecciosas?
Morse: Existen
varios factores y, a lo
largo de los años, los
científicos han tratado
de identificar cuales
son los responsables por
las infecciones
emergentes. Uno puede
pensar en esto como un
proceso en dos pasos: la
introducción y la
transmisión.
El primer paso es la
introducción inicial de
una infección a la
población humana. En la
mayoría de los casos
ésta será una infección
que ya se encuentra en
la naturaleza, como por
ejemplo, un virus que
infecta naturalmente a
otras especies. A menudo,
estos eventos parecen
ser súbitos. Sin
embargo, lo que
generalmente pasa es que
algún cambio ecológico
pone a los humanos en
contacto con el virus.
Por ejemplo, un
creciente número de
áreas en China es
convertida a áreas
agrícolas para el
cultivo de arroz, lo
cual es algo bueno para
alimentar a la gente. Al
mismo tiempo, este
ambiente es ideal para
un ratoncito de campo,
el cual lleva consigo un
virus llamado Hantaan
que le ocasiona
infecciones en su estado
natural. Este virus es
el prototipo del
hantavirus, el cual es
la causa de la
enfermedad que se
conocía como fiebre
hemorrágica de Corea (y
que se conoce ahora como
fiebre hemorrágica con
síndrome renal). Esta
enfermedad no está
restringida a Corea,
sino que se encuentra en
todas partes de Asia
donde vive este ratón de
campo. Por supuesto,
cuando la gente arrasa
con la vegetación
natural para crear áreas
de agricultura, crea un
ambiente excelente para
que el ratón de campo
florezca y viva del
arroz. Cuando la gente
cosecha el arroz, se
exponen al virus del
ratón y empiezan a verse
casos de la enfermedad.
Existen muchas
ocurrencias similares de
infecciones en todo el
mundo.
En el caso de las
enfermedades
transmitidas por los
mosquitos, el agua es a
menudo el paso limitante.
De esta manera, los
proyectos de irrigación,
la construcción de
represas y otras
acciones relacionadas,
causarán un aumento en
la población de
mosquitos, viéndose
entonces un súbito
aumento en las
enfermedades que ellos
llevan consigo. En
África, por ejemplo,
existe una enfermedad
llamada la Fiebre del
Valle del Rift. Ésta es
una enfermedad muy seria
que es transmitida por
mosquitos y que afecta
tanto a los humanos como
a los animales
domésticos. Cuando se
construyeron un número
de represas en ciertas
partes de África, se
observó un repentino y
tremendo aumento en este
tipo de fiebre, la cual
no había sido ni
siquiera descrita hasta
ese entonces.
Probablemente ya estaba
allí antes de que se
construyeran las
represas, pero en una
densidad tan baja que
nadie la había notado.
El repentino crecimiento
de la población de
mosquitos presentó más
oportunidades para que
la gente y sus animales
fueran picados por
mosquitos infectados y
adquirieran así la
fiebre. Podemos ver
ejemplos como éste en
todas partes del mundo.
Al mismo tiempo,
observamos que la gente
se muda de áreas rurales
a áreas urbanas,
generalmente por razones
económicas. Estas
enfermedades pueden
haber sido al principio
ocurrencias locales. La
fiebre Ebola, por
ejemplo, cuya ecología
aún no comprendemos del
todo, es sin lugar a
dudas una infección
natural de algunas
especies que viven en
África central,
probablemente especies
que viven en los bosques.
De vez en cuando,
alguien se mete al
bosque para recoger leña
o lleva a cabo algo de
agricultura en las
orillas del bosque. De
esta manera alguien
puede ser infectado
inicialmente. En el
pasado, probablemente no
pasaba mucho. Quizás una
tragedia local, pero sin
representar una
oportunidad para que la
enfermedad se pudiera
trasladar a una
población mayor. Ahora,
por supuesto, existen
muchas oportunidades,
como por ejemplo, gente
mudándose a las ciudades,
gente entrando a
hospitales, etc., lo
cual ofrece
oportunidades de
transmisión.
Una cosa similar puede
haber ocurrido con el
virus del SIDA (HIV-1),
probablemente una
zoonosis proveniente de
otra especie. En
realidad, no estamos
seguros cómo pasó.
Probablemente existían
un número de posibles
progenitores del virus
HIV-1 en las zonas
rurales, posiblemente en
primates no humanos en
África. En el pasado, y
esto solo lo podemos
especular, la gente fue
infectada ocasionalmente,
pero en forma muy
localizada. Una vez que
la gente comenzó a
trasladarse a las
ciudades en números
grandes, ellos han
podido llevar la
infección con ellos,
creando una tremenda
oportunidad para que la
enfermedad se dispersara
por otros canales y
formas a poblaciones
mucho más grandes.
ActionBioscience.org:
¿Cómo se convierten
las enfermedades
infecciosa en pandemias?
Morse: Una pandemia
es simplemente una
epidemia muy grande.
Requiere un número de
cosas para ocurrir.
Existen muchas
infecciones que son
introducidas a la
población de vez en
cuando y que, como
Ebola, se "queman" o
agotan porque matan a la
gente muy rápidamente o
porque no tienen una
forma efectiva de
moverse de una persona a
otra. Estas enfermedades
representan una gran
tragedia pero, en un
sentido, tenemos suerte
de que ellas no poseen
una forma eficiente de
transmisión. En algunos
casos nosotros
inadvertidamente creamos
los canales para
permitir la transmisión
de infecciones que, en
general, son poco
transmisibles. Tenemos
como ejemplos la
dispersión del HIV al
compartir las agujas
hipodérmicas, a través
del suministro de sangre
y, por supuesto, a
través del negocio del
sexo. La enfermedad no
es fácilmente
transmisible, pero
nosotros proveemos, sin
saberlo, los métodos de
dispersión. El SIDA es
ahora una pandemia a
pesar de su
relativamente
ineficiente transmisión.
Nosotros también nos
sentamos en nuestros
laureles y no tomamos
los pasos necesarios
para prevenir su
transmisión.
Enfermedades como la
gripe son algo diferente.
La gripe se dispersa muy
rápidamente de una
persona a otra. Una
pandemia puede ocurrir
cuando aparece una
variedad con una
combinación particular
de propiedades
biológicas, las cuales
le permiten ser novedosa
a la población humana y
dispersarse rápidamente.
En fin, hay varias
maneras de convertirse
en una pandemia. Por
suerte, no es algo que
ocurre fácilmente.
ActionBioscience.org:
El Dr. David Pimentel
de la Universidad de
Cornell ha dicho que
millones de personas
sucumbirán a la "muerte
por calentamiento
global."¿Usted está de
acuerdo con esta
predicción?
Morse: Yo creo que
el calentamiento global
es algo que debe
preocuparnos, en parte
porque la ciencia ha
demostrado que el
aumento en los gases de
invernadero, como el
dióxido de carbono,
parece tener efectos que
llevan al calentamiento.
Al mismo tiempo, hay
mucha discusión sobre
exactamente en qué
resultarán esos cambios.
Las enfermedades que
ocurrirán, donde
ocurrirán y qué impactos
tendrán dependerá mucho
en los cambios de
temperatura y en los
lugares donde ocurran
esos cambios. Por
ejemplo, un cambio de
temperatura de varios
grados puede hacer que
la zona templada se haga
más acogedora a la
malaria. De hecho, antes
teníamos más malaria en
muchas partes de los
Estados Unidos. Italia
tenía malaria hasta
después de la Segunda
Guerra Mundial, cuando
fue erradicada. Pero
obviamente, es
espeluznante pensar en
la posibilidad de la
introducción o
reintroducción de
enfermedades tropicales,
y con efectos mucho más
serios, a nuevas áreas.
Al mismo tiempo, las
áreas tropicales podrían
hacerse menos
hospitalarias a algunas
de las mismas
enfermedades. Es muy
difícil decir con
exactitud como
resultarán las cosas,
pero en general, es algo
preocupante.
ActionBioscience.org:
La malaria o
paludismo por sí misma
le ha costado a África
miles de millones de
dólares. ¿Ocasionan las
enfermedades infecciosas
un alto costo financiero
a todas las naciones, no
solo a los países en
desarrollo?
Morse: Las
enfermedades infecciosas
continúan siendo una de
las causas mayores de
mortalidad en todo el
mundo. En los Estados
Unidos las subestimamos
en cierto grado debido a
que disfrutamos de cosas
tales como agua limpia,
buena nutrición y buenas
condiciones de vida.
Estos beneficios han
empujado hacia atrás a
las antes formidables
enfermedades infecciosas.
También tenemos buenas
medidas de control de
enfermedades, como por
ejemplo, la inmunización.
Este no es el caso en
muchas partes del mundo.
Nosotros también estamos
en una posición donde
podemos cambiar las
cosas.
En el caso de la
malaria, la carga es
tremenda. La
Organización Mundial
para la Salud ha hecho
estudios sobre los "años
de vida ajustados por
discapacidad" o AVAD
(DALY en sus siglas en
inglés),
es decir, el costo en
labor humana perdida y
otros efectos económicos
de estas enfermedades.
Sin lugar a dudas, estas
enfermedades imponen un
alto costo económico. El
economista Jeffrey
Sachs, mi colega en la
Universidad de Columbia,
indicaría que ellas no
solo son una enorme
carga a los países en
desarrollo sino que
también, por ejemplo,
inhiben el desarrollo en
estos países al reducir
el interés en las
inversiones extranjeras.
ActionBioscience.org:
¿Cómo pueden los
científicos mantenerse
adelante de las
adaptaciones y los
cambios en los microbios
y manejar así las
situaciones futuras?
Morse: Esa pregunta
es tremendamente
compleja puesto que
sabemos que los
microbios son
extraordinarios y que
ellos han estado
evolucionando por un
largo tiempo. Muchas
bacterias son realmente
antiguas y han tenido
mucho tiempo para
evolucionar. Ellas han
desarrollado mecanismos
para evolucionar
efectivamente y
enfrentar los numerosos
cambios en el ambiente.
Los virus también han
hecho lo mismo.
Debemos aprender a
reconocer estos cambios
cuando ellos ocurren.
Necesitamos sistemas de
alerta temprana y formas
efectivas de respuesta
para lidiar con estos
cambios.
Desafortunadamente,
nosotros mismos hacemos
una serie de cosas que
empujan la adaptación y
el cambio en los
microbios. Por ejemplo,
veamos a la resistencia
antimicrobiana. El
desarrollo de la
resistencia a los
antibióticos en las
bacterias está altamente
influenciado por la
forma en que nosotros
botamos antibióticos en
el ambiente. Debemos ser
más cautelosos en la
forma en que utilizamos
estos preciosos agentes
antimicrobianos porque
es muy difícil
desarrollarlos y su
desarrollo lleva mucho
tiempo. Los microbios
pueden evolucionar la
resistencia más
rápidamente que nuestro
desarrollo de nuevas
drogas. Por lo tanto, es
importante saber como
vamos a seleccionar, en
una forma muy darviniana,
la resistencia a los
antibióticos en el
ambiente.
ActionBioscience.org:
Los científicos han
creado completamente
nuevas variedades de
virus. ¿Le preocupa que
estos virus sintéticos
puedan ser utilizados en
la creación de patógenos
para la guerra biológica?
Morse: Yo creo que
esto es, teóricamente,
una posibilidad y que en
el futuro será una
posibilidad aún mayor.
Actualmente, los virus
que han sido
sintetizados en el
laboratorio, básicamente
poliovirus y
bacteriófagos (virus que
infectan bacterias)
poseen genomas bastante
pequeños. De manera que
representan más una
demostración de lo que
es posible.
Desafortunadamente,
existen actualmente
muchos organismos en el
ambiente que están
disponibles a los
malhechores. De manera
que, por el momento, la
naturaleza continua
siendo el almacén mayor
para aquellos que desean
entender a la ciencia y
a la ecología, así como
también para aquellos
que desean tomar estos
organismos y utilizarlos
para propósitos
malévolos.
Por supuesto, a medida
que avanza la
biotecnología, avanzarán
también nuestras
capacidades. La
tecnología actual está
disponible solo a los
especialistas. Pero tal
y como hemos visto, a
medida que un campo
técnico se desarrolla,
se hará más fácil hacer
estas cosas con un menor
nivel de educación. En
el futuro esto será una
preocupación.
Necesitamos desarrollar
enfoques amplios para
lidiar con enfermedades
infecciosas. Yo creo que,
ultimadamente, todas
estas enfermedades
infecciosas dependen en
una forma u otra de
ciertas interacciones
con sus huéspedes (los
humanos) y de ciertos
mecanismos para causar
enfermedades. Muchos de
éstos son "cuellos de
botella" o limitaciones
comunes, compartidas con
muchos otros organismos
que causan enfermedades.
De manera que el
entender a los
mecanismos de las
enfermedades y cómo los
patógenos interactúan
con sus huéspedes
representa un buen punto
de partida para
desarrollar métodos de
combate para las
infecciones que pueden
cubrir tanto a los
patógenos conocidos como
a los desconocidos, así
como también a los
naturales y a los no
naturales.
ActionBioscience.org:
¿Son suficientes las
actuales medidas de
salud pública para
restringir la aparición
de las enfermedades
infecciosas?
Morse: Yo creo que
aún tenemos mucho que
hacer en la salud
pública. Hemos
progresado tremendamente
en las últimas décadas.
Sin embargo, la
complacencia ha sido un
problema por largo
tiempo, lo cual se puede
entender. Las
enfermedades infecciosas
han azotado a la
humanidad por mucho
tiempo y hasta hace unos
50 o 60 años han sido la
mayor causa de
mortalidad en el mundo,
incluyendo los países
más industrializados. A
medida que desarrollamos
formas de tratar a estos
problemas, nos hacemos
optimistas y pensamos
que podemos olvidarnos
de estas enfermedades
infecciosas. El Director
General de Salud Pública
(Surgeon General)
de los Estados Unidos
dijo en 1965: "Es
importante cerrar el
libro de las
enfermedades infecciosas."
Yo creo que todos
deseamos que esto fuera
posible. En realidad,
las enfermedades
infecciosas se
mantendrán activas en la
naturaleza. Muchas de
las enfermedades de las
cuales nos hemos
olvidado en este país (EE.UU.)
continúan siendo un
problema mayor en otras
partes del mundo, como
por ejemplo la malaria y
la tuberculosis, y
pueden, dadas las
condiciones ideales,
reaparecer como
problemas a nosotros.
Además, existen muchas
oportunidades para que
algunos miembros de la
rica biodiversidad de
microorganismos se
pongan en contacto con
la población humana y
que causen enfermedades.
Esto ya lo hemos visto
con el HIV y hemos sido
bastante lentos en
resolver este problema.
Más recientemente lo
hemos visto también con
el SRAG y con la
influenza.
La salud pública se
encuentra en el frente
de batalla. Es esencial
tener una mejor
vigilancia para
reconocer temprano los
problemas y las
enfermedades, una
respuesta efectiva para
prevenir la dispersión
de las enfermedades, y
una mejor capacidad de
predicción.
Tradicionalmente, estas
iniciativas no han
tenido suficientes
recursos. Hemos tendido
a ignorar a la salud
pública, moviéndonos de
una crisis a la otra.
Cuando ocurre una
crisis, invertimos
fuertemente en ella, ya
sea en el control de los
mosquitos o en la
inmunización o en lo que
sea. Después, una vez
que la crisis se supera,
nos olvidamos del
problema. Necesitamos
desarrollar una forma de
mantener las capacidades
de salud pública y poder
implementar mejores
sistemas en todo el
mundo. Después de todo,
éste es un problema
global y todos estamos
juntos es esto.
Al mismo tiempo, yo veo
razones para tener
esperanzas. Hoy en día
estamos mejor que hace
10 o 15 años y existe un
mayor interés en hacer
esto, así como mayores
recursos para hacerlo.
Finalmente, también se
ven señales de que la
voluntad política está
aumentando, lo cual es
esencial.
© 2004, American
Institute of Biological
Sciences. Los educadores tienen
permiso de reimprimir
artículos para su uso en
las clases; otros
usuarios por favor
comunicarse con
el
editor
para solicitar
permisos de reimpresión.
Por favor ver
políticas de reimpresión.
Sobre el autor:
El Dr. Stephen S. Morse
es Director del Centro
de Preparación en Salud
Pública de la Escuela
Mailman de Salud Pública
de la Universidad de
Columbia, así como
miembro de la facultad
del Departamento de
Epidemiología. El Dr.
Morse trabajó al
servicio del gobierno
como gerente de
programas en la Agencia
de Proyectos de
Investigación Avanzados
del Departamento de la
Defensa de los Estados
Unidos, donde fue
codirector del Programa
de Contramedidas para
Patógenos, dirigiendo
subsecuentemente el
Programa de Diagnóstico
Avanzado. Antes de
unirse a la Universidad
de Columbia, fue
profesor asistente de
virología en la
Universidad de
Rockefeller, en Nueva
York, continuando como
profesor adjunto hasta
hoy. El Dr. Morse ha
editado dos libros:
Virus Emergentes
(Oxford University
Press, 1993; edición en
rústica 1996) el cual
fue seleccionado por la
revista American
Scientist para su
lista de los "100
Mejores Libros del Siglo."
También editó La
Biología Evolutiva de
los Virus (Raven
Press, 1994).
Actualmente sirve como
editor de sección para
la revista científica
del CDC Enfermedades
Infecciosas Emergentes,
y fue anteriormente
editor en jefe de la
revista del instituto
Pasteur,
Investigaciones en
Virología.
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